lunes, 6 de octubre de 2008

Magic y recuerdos de la infancia


Magic, antes que un juego, es una diversión. Antes que una competición, un placer. Pero ante todo es recordar. Recordar cuando mis amigos Carlos (Tomás) y Dani (Erial) me iniciaron hace muchos muchos años. Recordar el primer torneo de mi vida en Calafell, y mi primera baraja verde (con crecimiento gigante, huracán, manada de liebrelopes, armodón en peligro, ciudad de soledad, erham Djinn) que sigo conservando a día de hoy. Como me podría olvidar de la compra de mi primer Sol Ring, con la paga de dos meses o de mis dos Fork de 3ª con la paga de 4 meses. Y esas conversaciones; soñando con moxes y black lotus, tan lejos de nuestro alcance. También nuestras primeras incursiones en el Mercado de Sant Antoni, y el descubrimiento del contrahechizo como arma mortal de primera necesidad. Y jugar con cartas de Chronicles pensando que eran las verdaderas de Arabian Nights y valían un auténtico pastón! También falseábamos cartas, comprando las barajas de campeones y pintando el borde con rotulador...

Pero todo eso pasó, los moxes y los black lotus ya no son un sueño inaccesible y cuando jugamos nos combamos en 4 ó 5 turnos sin esperar a bajar una criatura 7/7 e hincharla con un ansia de sangre...

Nos hemos superado, hemos ganado más pasta, nuestras barajas son caras y letales pero a veces me gustaría volver; volver a jugar con mi baraja de liebrelopes, que Charly se construyera la suya de color negro (horrores ocultos, fuegos fatuos infranqueables y contracts from below prohibidísimos) y que Dani volviera a poner esa cara de asombro, poder y chulería cuando juega un contrahechizo y baja un Mahamoti Djinn, o un muro de agua 0/4.

Lo dejamos, pero volvimos, pero eso ya lo contaré en su momento....

3 comentarios:

Tomás dijo...

Como olvidarse de las partidas en casa del amigo de Álex, en las que triunfaban sobremanera los cruza pantanos o similares, e incluso los encantamientos que daban esa habilidad. Donde los puntos de vida eran 40 en vez de 20, y donde el número de cartas de la baraja podía variar de 40 a 100 tranquilamente, viviendo como lo hacíamos (y en parte aún lo hacemos) inmersos en nuestra burbuja, sin conocer del todo las normas, y fabricando nuestras barajas adaptándose simplemente a las del resto de nuestros amigos.

Es cierto. Comenzó como un juego como cualquier otro. Pero después, cuando la vida nos enseñó que carecía de sentido, y que era algo más oscura de lo que creíamos, ha sido un refugio donde volver, como si volvieramos a casa, como si hijo pródigo...

Lo mejor suele ser lo más sencillo.

Anónimo dijo...

Hola Tomas, soy un ex de Bárbara "la subnormal" y me gustaría comentarte que tras la insistencia de mi ex he leido vuestras conversaciones indignantes (segun ella)y quiero ofrecerte todo mi apoyo moral avisandote de que te alejes de ella todo lo que puedas porque aparte de ser frígida es realmente subnormal.
Un saludo y siento no compartir vuestra aficcion.

Anónimo dijo...

el que fa l´avorriment...

Acerca de nosotros...

Zero y Tomas: freakies, apasionados del magic, de la risa incontrolada, de las situaciones y humor absurdo...

Ahora, para todos vosotros sus opiniones, sus neuras, sus grandes barajas de magic...

Los sosos al sol... más que un blog!!